sábado, 20 de junio de 2020

EL SANTO GRIAL, UNA COPA DE BENDICIÓN HEBREA



Desde los tiempos más remotos han existido temas que han sido motivo de historias, de leyendas y de significados diversos. Cuando tuve la oportunidad de plantearme el objeto de estudio que iba a copar mis años de investigación (bien fuera un cuadro, un edificio, un elemento arquitectónico o un movimiento pictórico) fui consciente de que el Santo Cáliz de la Catedral de Valencia, no tenía consagrado ni un solo doctorado desde la universidad. De hecho, solo existe un doctorado acerca del Santo Cáliz a través del estudio las reliquias de la Corona de Aragón. Tesis realizada por la Dra. Catalina Martín Lloris en la cual aporta unos documentos preciosos sobre la historia de la reliquia, sin embargo, no se añade nada nuevo a su estudio formal.

Esta pieza permanece custodiada en la Catedral de Valencia desde el 18 de marzo del año 1437. Setenta años después, el 13 de octubre de 1502, se inauguraba oficialmente el Estudi General, nombre de la actual Universitat de València.

Conociendo estos datos calculé entonces que, hacía más de quinientos años que se conocía la existencia de la sagrada reliquia en Valencia y, nadie, ningún estudioso había tenido la deferencia de consagrar su tesis doctoral a su estudio.
No habiendo entonces ni un solo doctorado sobre el Santo Cáliz en toda la historia de la Universitat de València, me decidí a perseverar en estudiar, investigar y dirimir toda la tradición (la protohistoria) que avalaba aquello que se conocía sobre el Santo Cáliz de la Catedral de Valencia.

Tal y como deben hacer los estudiosos de una temática, primero tuve que realizar el estado de la cuestión. Es decir, conocer quién y qué se ha escrito sobre el Santo Cáliz y el Santo Grial desde la Academia.

Tras cientos de páginas leídas, a mi parecer, he de indicar que existen solo dos trabajos que profundizan en el Santo Cáliz como verdadero objeto de estudio. El primero es el texto del canónigo Dr. Sales y Alcalá (realizado en 1736) y el segundo, es la investigación (realizada a finales de 1960) por el catedrático en Arqueología de la Universidad de Zaragoza, el Dr. Antonio Beltrán Martínez a instancias del Excelentísimo y Reverendísimo Señor Doctor Marcelino Olaechea, obispo de Valencia.
El Santo Grial. Ana Mafé García. Editorial Sargantana.



El libro que presento en este blog recoge las principales novedades descubiertas en mi doctorado: “Aportes desde la Historia del Arte al turismo cultural: el Santo Cáliz de Valencia como eje del relato turístico que sustenta el Camino del Santo Grial en el siglo XXI”.


Es un libro apasionante que aporta todas las respuestas que planteaba la investigación del Dr. Beltrán y que no pudo responder.
Hay que decir que, para su estudio, el propio Dr. Beltrán contó con una ventaja muy necesaria, pidió desmontar el Santo Cáliz y se lo concedieron.

 Esquema de las medidas del Santo Cáliz diferenciando tres partes: copa, nudo con asas y base. Las dos últimas partes – nudo con asas y base–, fueron añadidos posteriores. Fuente: (Beltrán, 1960, p. 55).
Cuando escribió sus conclusiones, encontró que la pieza se dividía en tres partes bien diferenciadas:
-La copa superior.
Manufacturado hacia el siglo I o I a.C. Está realizada en piedra calcedonia (pero no el Dr. Beltrán no sabe si es cornalina, ágata, sardónice, etc.). Tampoco se sabe su procedencia a ciencia cierta (no sabe si procede de Egipto, Siria, etc.). Según su estudio, esta copa sería la verdadera reliquia.
-El nudo de oro con asas.
No se sabe en qué fecha se realizó, pero sabe que es de época medieval, muy posterior a la copa. A mi modo de entender su uso es el de un relicario áureo, sin lugar a duda.
-El pie.
Está diseñado para darle estabilidad al relicario. Se trata de un vaso ovalado e invertido que pudo ser en origen una naveta de incienso. Lo data hacia el siglo VIII o IX, de origen fatimí.
Aunque su trabajo fue muy importante, el Dr. Beltrán fue incapaz de catalogar arqueológicamente el Santo Cáliz en su estudio. Cosa fundamental cuando se quiere hacer ciencia.

En este escenario de incertidumbres era muy grande el reto de estudiar la sagrada reliquia y de averiguar todos los porqué que a lo largo de la historia estaban sin resolver. De ahí que me encomendara a los sabios consejos del Dr. Jaime Sancho Andreu, el custodio celador que, en mi opinión, mejor ha sabido estudiar y divulgar la historia del Santo Grial hasta el momento.

Son muchas las anécdotas que los lectores encontraréis entre sus páginas. Lo más interesante va a ser comprobar cómo a medida que lee la obra, los conocimientos acerca de la sagrada reliquia van aumentando.

He concebido este ensayo para que pueda leerse por apartados independientes.
Si lo que le gusta son las anécdotas de la investigación las va a encontrar al principio de cada capítulo. Si le gusta la epigrafía, con buscar los títulos de los apartados puede seguir la evolución del estudio.

La novela del grial también está representada y analizada en relación con la sagrada reliquia del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia. Le sorprenderán gratamente los resultados de las hipótesis expuestas.

Recuerde que va a viajar por un periodo que abarca desde la salida de los hebreos de Egipto hasta el primer Año Jubilar del Santo Cáliz. Son más de tres mil quinientos años de historia. Por ello, le recomiendo que no lo lea “de golpe”. Hay mucha información codificada. Y si quiere retenerla necesita “reflexionar” en silencio sobre ello.

Lo más interesante de toda su dedicación es que cuando acabe el libro va a ver el mundo con otros ojos. Se lo aseguro. A través de este ensayo, le propongo una forma nueva de pensar gracias a la aplicación del método iconológico propio de la disciplina de la Historia del Arte.

He de agradecer a la editorial valenciana SARGANTANA la posibilidad que me ha brindado de poder transmitir los resultados obtenidos de mi tesis al grueso de la sociedad en forma de libro. El saber, la Luz, no se debe de esconder, se ha de poner al servicio de los demás.

Desde el Amor al Conocimiento y la humildad de saberme un instrumento al servicio de Dios, le deseo un feliz viaje y, sobre todo, que disfrute del saber de lo que significa en toda su profundidad el Santo Cáliz de la Catedral de Valencia.

Nos vemos entre sus páginas.