Desde los tiempos más remotos han existido temas que han sido
motivo de historias, de leyendas y de significados diversos. Cuando tuve la
oportunidad de plantearme el objeto de estudio que iba a copar mis años
de investigación (bien fuera un cuadro, un edificio, un elemento arquitectónico
o un movimiento pictórico) fui consciente de que el Santo Cáliz de la
Catedral de Valencia, no tenía consagrado ni un solo doctorado desde la
universidad. De hecho, solo existe un doctorado acerca del Santo Cáliz a través
del estudio las reliquias de la Corona de Aragón. Tesis realizada por la Dra.
Catalina Martín Lloris en la cual aporta unos documentos preciosos sobre la
historia de la reliquia, sin embargo, no se añade nada nuevo a su estudio
formal.
Esta pieza permanece custodiada en la Catedral de Valencia desde
el 18 de marzo del año 1437. Setenta años después, el 13 de octubre de 1502, se
inauguraba oficialmente el Estudi General, nombre de la actual Universitat
de València.
Conociendo estos datos calculé entonces que, hacía más de
quinientos años que se conocía la existencia de la sagrada reliquia en Valencia
y, nadie, ningún estudioso había tenido la deferencia de consagrar su tesis doctoral
a su estudio.
No habiendo entonces ni un solo doctorado sobre el Santo Cáliz en
toda la historia de la Universitat de València, me decidí a perseverar
en estudiar, investigar y dirimir toda la tradición (la protohistoria) que
avalaba aquello que se conocía sobre el Santo Cáliz de la Catedral de Valencia.
Tal y como deben hacer los estudiosos de una temática, primero
tuve que realizar el estado de la cuestión. Es decir, conocer quién y
qué se ha escrito sobre el Santo Cáliz y el Santo Grial desde la Academia.
Tras cientos de páginas leídas, a mi parecer, he de indicar que existen
solo dos trabajos que profundizan en el Santo Cáliz como verdadero objeto de
estudio. El primero es el texto del canónigo Dr. Sales y Alcalá (realizado
en 1736) y el segundo, es la investigación (realizada a finales de 1960) por el
catedrático en Arqueología de la Universidad de Zaragoza, el Dr. Antonio
Beltrán Martínez a instancias del Excelentísimo y Reverendísimo Señor Doctor
Marcelino Olaechea, obispo de Valencia.
El Santo Grial. Ana Mafé García. Editorial Sargantana. |
El libro que presento en este blog recoge las principales
novedades descubiertas en mi doctorado: “Aportes desde la Historia del Arte al
turismo cultural: el Santo Cáliz de Valencia como eje del relato turístico que
sustenta el Camino del Santo Grial en el siglo XXI”.
Es un libro apasionante que aporta todas las respuestas que
planteaba la investigación del Dr. Beltrán y que no pudo responder.
Hay que decir que, para su estudio, el propio Dr. Beltrán contó
con una ventaja muy necesaria, pidió desmontar el Santo Cáliz y se lo
concedieron.
Cuando escribió sus conclusiones, encontró que la pieza se dividía en tres partes bien diferenciadas:
-La copa superior.
Manufacturado hacia el siglo I o I a.C. Está
realizada en piedra calcedonia (pero no el Dr. Beltrán no sabe si es
cornalina, ágata, sardónice, etc.). Tampoco se sabe su procedencia a
ciencia cierta (no sabe si procede de Egipto, Siria, etc.). Según su
estudio, esta copa sería la verdadera reliquia.
-El nudo de oro con asas.
No se sabe en qué fecha se realizó, pero sabe que es de época medieval, muy
posterior a la copa. A mi modo de entender su uso es el de un relicario áureo,
sin lugar a duda.
-El pie.
Está diseñado para darle estabilidad al
relicario. Se trata de un vaso ovalado e invertido que pudo ser en origen una
naveta de incienso. Lo data hacia el siglo VIII o IX, de origen fatimí.
Aunque su trabajo fue muy importante,
el Dr. Beltrán fue incapaz de catalogar arqueológicamente el Santo Cáliz en su
estudio. Cosa fundamental cuando se quiere hacer ciencia.
En este escenario de incertidumbres era
muy grande el reto de estudiar la sagrada reliquia y de averiguar todos los
porqué que a lo largo de la historia estaban sin resolver. De ahí que me
encomendara a los sabios consejos del Dr. Jaime Sancho Andreu, el custodio
celador que, en mi opinión, mejor ha sabido estudiar y divulgar la historia del
Santo Grial hasta el momento.
Son muchas las anécdotas que los
lectores encontraréis entre sus páginas. Lo más interesante va a ser comprobar
cómo a medida que lee la obra, los conocimientos acerca de la sagrada reliquia van
aumentando.
He concebido este ensayo para que pueda
leerse por apartados independientes.
Si lo que le gusta son las anécdotas
de la investigación las va a encontrar al principio de cada capítulo. Si le
gusta la epigrafía, con buscar los títulos de los apartados puede seguir la evolución
del estudio.
La novela del grial también
está representada y analizada en relación con la sagrada reliquia del Santo
Cáliz de la Catedral de Valencia. Le sorprenderán gratamente los resultados de
las hipótesis expuestas.
Recuerde que va a viajar por un
periodo que abarca desde la salida de los hebreos de Egipto hasta el primer Año
Jubilar del Santo Cáliz. Son más de tres mil quinientos años de historia. Por
ello, le recomiendo que no lo lea “de golpe”. Hay mucha información codificada.
Y si quiere retenerla necesita “reflexionar” en silencio sobre ello.
Lo más interesante de toda su
dedicación es que cuando acabe el libro va a ver el mundo con otros ojos. Se lo
aseguro. A través de este ensayo, le
propongo una forma nueva de pensar gracias a la aplicación del método
iconológico propio de la disciplina de la Historia del Arte.
He de agradecer a la editorial valenciana
SARGANTANA la posibilidad que me ha brindado de poder transmitir los resultados
obtenidos de mi tesis al grueso de la sociedad en forma de libro. El saber, la
Luz, no se debe de esconder, se ha de poner al servicio de los demás.
Desde el Amor al Conocimiento y la
humildad de saberme un instrumento al servicio de Dios, le deseo un feliz viaje
y, sobre todo, que disfrute del saber de lo que significa en toda su
profundidad el Santo Cáliz de la Catedral de Valencia.
Nos vemos entre sus páginas.