jueves, 12 de marzo de 2015

MANIFIESTO: EL 8 DE MARZO, DÍA DE AVANCES SOCIALES

En este día tan especial quiero también felicitar a los hombres. Su lucha ha dado sus frutos y por fin pueden hacer las mismas cosas que las mujeres.

Quizá esté generalizando y estereotipando, pero ahora pueden llorar, pueden hacer yoga, pueden vestirse bien y pueden tomar bebidas light.

Pueden mirar telenovelas, lagrimear en las películas y hacer cariñitos sin sentir que están traicionando a un género entero.

Pueden atarle el pelo a sus hijas, limpiarle la cara a sus hijos, jugar al hockey y usar la belleta.

Ahora pueden salir con divorciadas, enamorarse de madres solteras, debatir con "intelectualoides" afeminados y tener hijos con mujeres casadas con su trabajo. Incluso pueden estar con una mujer que no quiera hijos.

Pueden terminar dedicando su vida a otro hombre.
Pueden decidir que, a lo mejor, nacieron para ser mujeres.
Pueden vestirse de mujeres de vez en cuando sin dejar de ser hombres.

Pueden engrasarse las manos arreglando el coche o la moto y coserse sus propios botones en las camisas.
Pueden usar ropa rosa y que a nadie le importe.

Pueden elegir de quién se enamoran y no verse forzados a casarse con una chica de “familia bien” que tenga tiempo de criar a sus hijos.
Pueden verse completamente obsesionados con una hippie empedernida y decidir -mutuamente- que ella deje su trabajo para cuidar de los niños.

Pueden cometer locuras sin que se los juzgue de no haber sentado cabeza. Pueden sentar cabeza sin que se los acuse de cometer locuras.

Pueden estar con mujeres que ganan más que ellos sin sentirse menos o unos vividores bárbaros.

Pueden elegir ser de Venus en vez de Marte.

Pueden escuchar Shakira.

Pueden salir y tomar Daiquiris o copas con paragüitas.

Pueden quedarse en casa mirando Sálvame y comer helado cuando se deprimen.

Pueden sentirse avergonzados si se les escapa un pedo en público.

Pueden jugar al fútbol para ponerse en forma y eliminar el estrés.
Pueden ir a una clase de aeróbics. Pueden cuidar su figura y cambiar la pizza barbacoa por una ensalada sin que se los acuse de afeminados.
Pueden deprimirse si están gordos.
Pueden decidir que no les gusta el deporte.

Pueden cocinar, lavar los platos, limpiar el wáter y disfrutar comprando.

Pueden tener gatos de mascota.

Pueden ser enfermeros, taxistas, secretarios, obreros, maestros, gerentes y trabajar en marketing.

Ahora pueden ahorrarse unos euros en cada cita, pagando cada uno lo suyo.

Pueden decir en voz alta si algo que están haciendo sus amigos no les parece correcto. Pueden ser vulnerables.

Ahora incluso pueden decir que están demasiado cansados para el sexo sin enfrentarse a la incredulidad.
Pueden admitir que, sí, que en realidad no piensan en tetas y culos cada siete segundos.

Pueden empezar a ser ellos mismos y dejar de actuar como animales despersonalizados que solo piensan con los genitales. Pueden dejar de ser un objeto sexual.

La sociedad ha evolucionado a tal punto que ahora pueden ser personas, seguir sus sueños, decir lo que sienten, hacer lo que quieran y encontrarse a sí mismos sin ser definidos por un "pito".

¡Felicidades, hombres! Os lo merecéis.
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Espero que nuestra lucha por la igualdad os siga sumando derechos y que, en el futuro, vivamos en un mundo donde realmente podáis hacer lo mismo que nosotras. Porque el día de la mujer no es el día de la secretaria ni el día en que nos congregamos bajo el lema:
- “Abajo el patriarcado!” en busca de revancha social por los abusos cometidos contra nuestro género.

Nosotras queremos que todos, incluso vosotros, seamos libres. Y poquito a poquito, creo que lo vamos logrando.

Hoy, 8 de marzo, recordemos que la lucha por la igualdad de género es la lucha por la libertad de todas las personas que componen a nuestra sociedad.

Seamos libres de ser quienes queramos ser y de amar al mundo como se merece.

Amén

P.D.: Gracias Mª Laura por pasarme esas palabras tan inspiradoras de tu colega uruguaya.